Cuando hemos procesado en nuestra última asamblea comunitaria (15 diciembre 2012) lo relativo a lo que considerábamos como lo importante en el año transcurrido (2012) y en lo que podíamos comprometernos mejor hacia adelante, nuestras respuestas fueron (las ofrendadas en la eucaristía) las siguientes:
Como lo más importante en el 2012 se señaló:
- El colaborar en el trabajo con los jóvenes y su formación.
- Crecimiento y aportes personales: De mayor servicio, sencillez, humildad, confianza y libertad; crecer en fe, confianza y esperanza. Afrontar las crisis personales como oportunidad para la conversión y cambios en estilo de vida (renuncias, disciplina). Varios (visita a amigo preso, retomar estudios de maestría, labor fructífera en Seguros, cambio de trabajo).
- Logros familiares: culminación de estudios de hijos; celebración de aniversario matrimonial; estar más tiempo con los hijos y apoyarlos en sus tareas; afrontar unión matrimonial y situaciones de crisis.
- Testimonios de vida: caso de las mujeres del Cerro Candela; mujeres valientes, justas, decididas y solidarias. Compartir el paso de la vida del Señor por la vida de cada uno y sentir su presencia.
- Presencia en diversos escenarios: con otros grupos de laicos; en la visita del P. General de los Jesuitas y del Vice Asistente mundial CVX.
- En el ámbito comunitario: hacer ejercicios espirituales y revisión de vida; valoración de todas las personas; conocer la comunidad; publicación del documento “Siempre en comunidad”.
- Mirar con esperanza que un mundo más justo es posible. Aportar en el esfuerzo por mejorar la educación de todas las personas. Apoyar de modo especial a las CVX de jóvenes y su formación.
- En lo comunitarios, cultivar más nuestro mundo interior (paz, serenidad, confiar plenamente en el Señor); mejorar la oración y pausa diaria, con mayor sentido y constancia. Estar más atentos en la comunidad y apoyar en lo que haga falta; discernir siempre en dónde servir mejor; capacitarse más para colaborar mejor en tareas de formación; mejor presencia en reuniones comunitarias (equipos, eucaristía, etc.). Planificar mejor nuestros tiempos y sacarles mayor provecho.
- Humanizar más nuestras relaciones; crearnos buenas costumbres; mejorar nuestros modos de relacionarnos con los demás; no ser permisivos. Estar más atentos al otro (en particular al acompañamiento de miembros). Aprender también de los fracasos. Saber dar y retribuir sin esperar nada a cambio.
- Tomar mejores decisiones en el hogar y tener mayor presencia. Afrontar de mejor manera las dificultades económicas, de salud y de relacionamiento en general entre sus integrantes.
- Tener mejor dedicación profesional y concluir tesis pendiente para crecer y servir mejor.
Guillermo Valera Moreno
Coordinador CVX Siempre
Magdalena del Mar, 7 de enero de 2013
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